lunes, 5 de marzo de 2012

- ¿Por qué? -.

Porque lo siento, porque lo veo, porque lo toco. Te toco, te veo, te siento.
Porque quiero. Porque me gusta mirarte y sentirte, observarte, contemplarte, admirarte, ser feliz.
Porque me gusta ser feliz, a tu lado. Me gusta ser feliz al hacerte feliz. Me gusta. ¿Por qué me gusta?
Porque la niña tiene la habilidad de robarme sonrisas con un “Buenos días”. Porque mi felicidad tiene nombre y cuerpo de mujer. Felicidad suave, caliente e infinita, como su cuerpo.
Porque me encanta, me apasiona, me alegra, me distorsiona. 
Porque me desconcierta, me desorienta, me enloquece, me atormenta. 
Porque me desenreda, me despierta y me adormece. 
Porque me calienta, me enfría y me templa. 
Porque me mira y me ve, me observa y me penetra. 
Porque me acaricia, me roza, no me toca y me estremece. 
Porque me curva la espalda, porque me hace sentir, gemir. 
Porque me encuentra y me pierde, me descoloca y me ordena. 
Porque me lleva, me trae, me mece, porque me hace volar.
Porque me sueña dormida y despierta, porque me vive. 
Porque me recibe y me despide.
Porque me piensa. 
Porque me quiere.
Porque me completa, me enamora.
Porque soy suya. Toda suya.

6 comentarios: