Porque lo siento, porque lo veo, porque lo toco. Te toco, te veo, te siento.
Porque quiero. Porque me gusta mirarte y sentirte, observarte, contemplarte, admirarte, ser feliz.
Porque me gusta ser feliz, a tu lado. Me gusta ser feliz al hacerte feliz. Me gusta. ¿Por qué me gusta?
Porque la niña tiene la habilidad de robarme sonrisas con un “Buenos días”. Porque mi felicidad tiene nombre y cuerpo de mujer. Felicidad suave, caliente e infinita, como su cuerpo.
Porque me desconcierta, me desorienta, me enloquece, me atormenta.
Porque me desenreda, me despierta y me adormece.
Porque me calienta, me enfría y me templa.
Porque me mira y me ve, me observa y me penetra.
Porque me acaricia, me roza, no me toca y me estremece.
Porque me curva la espalda, porque me hace sentir, gemir.
Porque me encuentra y me pierde, me descoloca y me ordena.
Porque me lleva, me trae, me mece, porque me hace volar.
Porque me sueña dormida y despierta, porque me vive.
Porque me recibe y me despide.
Porque me piensa.
Porque me quiere.
Porque me completa, me enamora.
Porque soy suya. Toda suya.
Maravilloso.
ResponderEliminarPrecioso
ResponderEliminarUna pregunta que hace que quieras leer más porque. Muy bueno.
ResponderEliminarMe encanta.
ResponderEliminarPorque la quieres.
ResponderEliminarPorque la quiero.
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