viernes, 20 de enero de 2012

No me muevas.

Quise recordarte con una sonrisa y a mi mente vinieron unos labios, los tuyos, una boca a medio abrir, una sonrisa a medio cerrar.
Unos dedos, los míos, intentando abrirse paso en un beso, aquel beso.
Una sonrisa, unos ojos, tus ojos. Tus manos, acariciando mi nuca, un escalofrío que recorre mi espalda y un temblor que invade mis piernas.


Es un sueño, es mi sueño, cerrado con llave de piedra, como mi miedo.
Abres las puertas, cierras mis miedos. Huele a nuevo, y me gusta.


Respiras, suspiro, me caigo, me coges. Sonrío, me miras, y en tu mirada, mi sonrisa reflejada.
Me gustan tus ojos cuando me miran, pequeña. Me gustan tus manos cuando me tocan. Me gustan tus labios cuando me besan. Y esa sonrisa, esa sonrisa de niña, acariciando mis dedos.


Me buscas, te pienso. Me encuentras, nos fuimos. A tu lado, no me muevo.
No me muevas.

8 comentarios:

  1. Hacía mucho que no te leía... pero no pierdes ni una gota de sensualidad, reina. Siempre dulce y pícara.
    Un besazo.
    Ester.

    ResponderEliminar
  2. Qué bonito, me ha encantado.
    No dejes de escribir.

    ResponderEliminar
  3. Pongo una sonrisa cada vez que veo que has escrito! Me encanta.

    ResponderEliminar
  4. leyendo leyendo, te acabé descubriendo. algo diferente, bonito y saciante :)

    ResponderEliminar
  5. Los ojos... Siempre los ojos y sus miradas.. Para bien o para mal...

    ResponderEliminar